Por lo general, pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo. Ello nos hace pensar que una actividad a la que dedicamos tanto tiempo, aún en apariencia pasiva, tiene que ser importante para nuestra salud. El sueño es un periodo fisiológico de reposo esencial que permite al cuerpo y a la mente descansar y restablecerse.
No sólo dormir es esencial, sino hacerlo bien. Cuando esto sucede nos levantamos frescos, con energía y vitalidad. Así, la calidad y la continuidad del sueño es fundamental para que sea reparador y para mantener un buen estado de salud física y mental.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en 2022 y en España, más de 12 millones de personas (>30 %) se despiertan con la sensación de no haber tenido un sueño reparador. Además, más de 4 millones (10 %) padece algún tipo de trastorno de sueño crónico y grave. Por otro lado, la World Sleep Society estima que hasta el 45 % de la población mundial padecerá, en algún momento, algún trastorno del sueño grave, por lo que lo considera una epidemia global.
¿Qué factores determinan un sueño de calidad?
Se considera que son tres los factores que determinan un sueño de calidad:
- La duración del sueño. En adultos, entre 7 y 9 h.
- La continuidad del sueño, que sea estable y sin fragmentación.
- Alcanzar las fases de sueño profundo, que implican un descanso más reparador física y mentalmente.
¿Cuáles son los trastornos del sueño más habituales?
Según la misma SEN, el insomnio, la apnea obstructiva del sueño y el síndrome de las piernas inquietas son los trastornos del sueño más habituales entre la población española, añadiendo que menos de un tercio de las personas con problemas significativos de sueño buscan ayuda de un profesional sanitario, abusando así de la automedicación.
El insomnio es la dificultad para conciliar o mantener el sueño aún en condiciones adecuadas. La apnea obstructiva suele afectar a personas obesas y los síntomas son ronquidos intensos y entrecortados seguidos de interrupciones de la respiración (apneas) que conducen a un brusco despertar. El síndrome de piernas inquietas es una alteración del sistema nervioso que provoca un impulso irrefrenable a mover las piernas o levantarse.
Esto determina la importancia de detectar los trastornos del sueño y sensibilizar a la población de la necesidad de disfrutar de un sueño de calidad. Por ello, es preciso cambiar los hábitos de vida y reducir factores de riesgo que impiden un adecuado descanso. Asimismo, la falta de sueño está relacionada con actitudes de trabajo negativas: perjudica las interacciones entre trabajadores, el rendimiento individual y la productividad en general de la empresa.
¿Cómo afecta al trabajo el sueño y el descanso?
Una carga de trabajo inadecuada, una supervisión presionante, unas malas relaciones entre compañeros, conductas de acoso laboral, una incorrecta gestión del tiempo de trabajo, la inseguridad en el empleo, etc. son situaciones generadoras de fatiga y estrés que, entre otras consecuencias, pueden producir dificultades en la conciliación de un sueño y descanso reparador.
Esta problemática está relacionada también, a menudo, con los sistemas de organización del tiempo de trabajo en las empresas. Cada vez es mayor el número de empleados que trabajan a turnos o durante la noche con numerosos problemas de salud física y mental que, a largo plazo, pueden derivar en enfermedades graves y/o crónicas.
Para las empresas, esos problemas se presentan en forma de absentismo y se traducen en elevados costes económicos derivados de las ausencias, en general de corta duración pero frecuentes, debido a la necesidad de descanso.
El sueño insuficiente aumenta la fatiga, disminuye la capacidad de atención y ralentiza los reflejos (tiempos de reacción más lentos), favoreciendo las equivocaciones y obligando a asumir más riesgos, que pueden ocasionar accidentes.
La toma de malas decisiones puede ocasionar comportamientos de riesgo que incrementan la accidentabilidad. La falta de descanso y/o la somnolencia diurna, fruto principalmente del insomnio, es la primera causa de muerte en los países occidentalizados por accidente de tráfico.
¿Qué podemos hacer para mejorar el sueño y el descanso de los trabajadores en la empresa?
Las buenas prácticas organizacionales son clave para la mejora del sueño y descanso de los trabajadores, y se basan en los siguientes principios:
- Análisis de necesidades
- Diseño e implementación de un programa
- Valoración de los resultados
Nueva guía del sueño
Por todo ello, Asepeyo publica la nueva guía ‘Gestión del sueño y descanso en el ámbito laboral. Mantén despierta tu empresa‘, que puede consultarse y descargarse desde el Portal de prevención, con el objetivo de sensibilizar a las empresas para que, en el ámbito de actuación del sueño y el descanso, ofrezcan un espacio adecuado para promocionar la salud de sus trabajadores. Al mismo tiempo, y como consecuencia, mejorarán la competitividad y la comunicación en la organización.
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Toni Perramon
Técnico de la Dirección de Prevención de Asepeyo