El secreto del bienestar es mantener un equilibrio entre cuerpo y mente, pero la mayoría de nosotros nos preocupamos sólo por la salud física: comemos saludable, hacemos ejercicio, asistimos a nuestras citas médicas periódicamente… No somos conscientes de que la salud mental es tan importante como la física y de que si psicológicamente no estamos bien, repercutirá en nuestro organismo.
Hábitos saludables orientados al bienestar psicológico del trabajador
- Cuida tu alimentación y práctica actividad física de forma regular y mantenida. ¡Súmate a la alimentación saludable!
- Duerme entre 7 y 9 horas cada noche. Las 10 claves para dormir como un bebé.
- Adopta una actitud positiva, centrada en el presente y basada en la aceptación de uno mismo y de lo que nos rodea. Activa tu salud.
- Mantén cierta autonomía, se autosuficiente. Prioriza y ordena tus tareas. Medita, relájate.
- Se humilde y procura escuchar, se aprende mucho más. Gestión de la energía emocional en el lugar de trabajo.
- Potencia las relaciones. Recurre a tu familia y amigos. 10 hábitos saludables que refuerzan nuestro sistema inmunitario.
- Da las gracias.
- Sé voluntario en tu comunidad. Cuídate para seguir cuidando.
- Disfruta de la naturaleza y viaja. Tu salud también viaja.
- Busca ayuda cuando la necesites. Evaluación de las emociones positivas (Ministerio de Sanidad)
Aspectos psicosociales que ayudarán en situaciones de estrés y otros daños asociados en la empresa
- Cuida el clima laboral. Genera un entorno de confianza.
- Crea transparencia, comunícate e informa.
- Proporciona canales de formación y de información.
- Da las gracias y reconoce el trabajo desarrollado, especialmente en situaciones adversas.
- Atiende a las dificultades en el manejo de la responsabilidad del puesto de trabajo.
- Ayuda a manejar las relaciones personales y las habilidades en la comunicación personal.
- Fomenta un liderazgo saludable, basado en el trabajo en equipo, definiendo el objetivo de la empresa. Invierte en el desarrollo de competencias intrapersonales (las que no son abordadas en grupo), como autocontrol, estabilidad emocional, confianza y seguridad en uno mismo o resistencia a la adversidad.
- Proporciona canales de apoyo que ofrezcan las administraciones y entidades especializadas.
- Genera solidaridad.
- Reordena la actividad habitual, adaptándola a los diferentes escenarios de riesgo (laboral o no). Por ejemplo, durante la pandemia.
Consulta más información en Una de cada cuatro personas adultas tendrá un problema de salud mental en algún momento de la vida.