La pandemia de la COVID-19 es una emergencia de salud pública. De evolución imprevisible y sin precedentes. El confinamiento y las medidas establecidas han supuesto un gran impacto psicológico y social, más allá del biológico, al que debemos hacer frente para vivir a nuestro día a día. A continuación, te explicamos cómo apoyar a tus trabajadores frente al coronavirus.
Seamos resilientes, ante la COVID-19, también en la empresa
Hasta ahora no hemos valorado la salud como se merece. Ahora, más que nunca, valoramos los programas de bienestar emocional en la empresa, de control del estrés, más allá de la preceptiva evaluación de riesgos psicosociales. Esto nos ha de permitir:
- Reducir la incertidumbre en el trabajo.
- Gestionar los miedos relacionados con la pandemia. El desconocimiento y el silencio son las mayores barreras para aceptar cualquier aspecto de la vida, también los relacionados con la salud mental.
- Gestionar las dificultades ante la reincorporación laboral. Por secuelas psicológicas derivadas de la pandemia.
Pero vamos a superarlo. Porque somos más fuertes cuando pensamos de manera colectiva. El apoyo mutuo nos genera confianza y nos hace más resilientes.
¿Cómo puedes gestionarlo en tu empresa?
Con mente abierta, optimismo racional, actitud positiva y centrándonos en el presente:
- Comparte la información de forma constructiva
- No te satures de información
- Cada persona es un mundo. Algunas personas necesitan hablar y otras prefieren estar solas. Reconoce y respeta estas diferencias en ti y en los demás
¿Qué medidas puedes tomar en el ámbito laboral?
Desde la empresa:
- Comunicar al trabajador, de forma clara y transparente, la situación de la empresa. Si la plantilla conoce la situación real, la mayoría implementará los esfuerzos necesarios para mantener la cuenta de resultados (pérdidas de ingresos, esperanzas de futuro, teletrabajo o conciliación de equipo).
- Informar de que se trata de una situación temporal. A la que necesitamos adaptarnos y con la que es posible convivir, ya que contaremos con los recursos, acompañamiento y los apoyos necesarios en el entorno laboral.
- Implementar un protocolo de soporte psicológico, con ayuda del Servicio de Prevención. Incluirá medidas higiénicas y psicológicas. ¡Podemos permitirnos solicitar ayuda! Deberemos trabajar con los procesos de duelo, de forma directa (muertes) o por la forma de somatizarlo (no poderse despedir, por ejemplo).
- Potenciar el voluntariado. Para ayudar, tanto a los más desfavorecidos como a los más afectados familiarmente por la pandemia, dentro de la organización. Por ejemplo, favoreciendo el intercambio de conocimiento, tiempo y habilidades en la dedicación de tareas familiares (cocina, plancha, compra, cuidado de hijos y de mayores… ). ¡Dando y recibiendo!
A nivel individual:
- Mantén, o cambia, tu estilo de vida
– No fumes
– Sigue una alimentación variada y equilibrada, preferiblemente sin bebidas alcohólicas
– Realiza actividad física, de forma regular y mantenida - Limita tu nivel de preocupación y nerviosismo. Reduce el tiempo que, tú y tu familia, le dedicáis a ver o escuchar programas en los medios de comunicación que os puedan incomodar. Evita lo que llamamos “infoxicación”.
- Recurre a las capacidades que hayas utilizado en el pasado. Aquellas que te hayan ayudado a sobreponerte a las adversidades de la vida. Utiliza esas capacidades para manejar tus emociones durante este difícil periodo.
- Habla abiertamente de la situación familiar, de la pareja, de los padres o de los hijos Aumenta la estabilidad emocional de las personas más vulnerables al estrés o a la ansiedad. Esta emoción es normal durante una situación de crisis.
- ¿Eres una persona resiliente?, ¿qué puedo hacer para serlo? ¿Veo siempre el vaso medio lleno?, ¿tengo un buen sentido del humor?, ¿soy altruista?, ¿estoy abierto a nuevas ideas?, ¿me considero creativo? ¿ante la adversidad decido rápidamente?, ¿soy práctico?. Si tus respuestas son afirmativas, eres una persona resiliente.
- Aprende a pedir ayuda. Debemos cuidarnos para seguir cuidando.