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Prevención y COVID-19. Lo que hemos aprendido

En el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, la campaña de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Anticiparse a las crisis, prepararse y responder: Invertir hoy en sistemas resilientes de SST” nos propone reflexionar sobre el papel fundamental de los sistemas preventivos en la crisis de la COVID-19 y la necesidad de fortalecerlos para futuras crisis y emergencias

En el mundo laboral, la pandemia de COVID-19 ha tenido múltiples implicaciones, las más graves en el ámbito de la economía y la sanidad. En el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo (SST) y, en nuestra condición de mutua colaboradora con la Seguridad Social, desde Asepeyo hemos dedicado grandes esfuerzos y recursos a la prevención de la COVID-19 en nuestras empresas asociadas.

Nuestro objetivo principal ha sido asesorar, informar y sensibilizar a las empresas para la implantación de medidas preventivas de la COVID-19, logrando así evitar contagios y mantener su actividad. Hoy, aplaudimos la iniciativa de la OIT y nos sumamos a ella, compartiendo nuestras reflexiones sobre lo que hemos hecho, y las lecciones aprendidas.

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La necesidad de integrar la prevención en la micro y pequeña empresa

Una vez más, se ha evidenciado la importancia de atender las necesidades específicas de la micro y pequeña empresa (MyPE), en esta ocasión, para prevenir la COVID-19 en el trabajo. En España, las microempresas (empresas de menos de 10 trabajadores) ocupan al 22 % de la población trabajadora, y las pequeñas empresas (de 10 a 49 trabajadores), el 21 %. La pandemia ha vuelto a poner de manifiesto que, en la MyPE, son mayoritarias las actitudes reactivas de la SST, y que suele gestionarse de manera deficiente. 

En el transcurso de las acciones informativas y de asesoramiento hemos observado que las MyPE con mayores grados de integración de la prevención de riesgos han actuado de forma más ágil y adaptativa a la crisis. Disponer de recursos propios y trabajadores con competencias adecuadas en SST ha sido un gran facilitador para diseñar e implementar planes efectivos de prevención de la COVD-19 en el trabajo.

 

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El reconocimiento de la aportación de los profesionales de la SST

Durante la pandemia, los profesionales de la seguridad y salud en el trabajo han sido una pieza clave. Su compromiso y sus competencias en el ámbito de la gestión de riesgos laborales han sido fundamentales para minimizar el impacto económico de la crisis y los contagios en los lugares de trabajo.

Si bien el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 en el trabajo es un riesgo profesional en actividades muy concretas (personal sanitario, laboratorios, etc.), las técnicas y sistemas para su evaluación y tratamiento son ampliamente conocidos y aplicados por el especialista en prevención: evaluaciones de riesgo, formación e información a los trabajadores, protección de trabajadores especialmente sensibles, ventilación de locales, equipos de protección individual (especialmente las mascarillas autofiltrantes), señalización, etc.

Durante la crisis se ha puesto de manifiesto, también, el carácter multidisciplinar del profesional de la SST. Su aportaciones deben entenderse a dos niveles: 

  • Asesorar al empresario para que en los centros de trabajo se cumplan las medidas establecidas por las autoridades sanitarias.
  • Asistencia técnica o participación de los centros de decisión de los poderes públicos, o de sus correspondientes equipos técnicos. En este sentido, se ha perdido la oportunidad de aprovechar el conocimiento de estos profesionales. Hay que analizar el porqué y pensar cómo actuar en un futuro.

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  • Portal de Prevención de Asepeyo: herramienta de comunicación principal para comunicar las novedades preventivas y legislativas, los recursos y documentos, actualidad, jornadas, contenidos multimedia, aplicaciones informáticas y consultas técnicas para los profesionales de la SST. En 2020 accedieron 105.990 usuarios únicos, con 129.790 sesiones y se habilitó un espacio sobre la prevención de la COVID-19.

La fuerza de los poderes públicos

Antes de la pandemia era difícil imaginar medidas y comportamientos asumidos como normales en la actualidad: uso generalizado de la mascarilla autofiltrante, cierre de actividades comerciales, disminución drástica de las relaciones sociales, de los desplazamientos, etc.

Los factores que han contribuido a ello son múltiples, y uno de ellos la función desempeñada por los poderes públicos del Estado. La COVID-19 es una cuestión de emergencia nacional, y el impacto sanitario y económico, de gran magnitud. 

Queremos destacar la capacidad de adaptación de los ciudadanos y la responsabilidad de las administraciones públicas en lograrlo.

 

La transformación digital para la promoción de la SST

Las medidas de distanciamiento social han supuesto la implementación de nuevos sistemas de trabajo basados en la digitalización.

La SST se ha visto beneficiada de la transformación digital, al utilizar los nuevos canales de comunicación disponibles, principalmente en los procesos de información, sensibilización y formación a los trabajadores directivos y no directivos. Además, hemos implantado nuevos sistemas telemáticos, como las videoconferencias, pantallas y documentos compartidos, listas de verificación, etc…

 

El teletrabajo como oportunidad

Las reticencias generalizadas que existían antes de la crisis respecto al teletrabajo eran infundadas. En España, antes de la pandemia lo hacían sólo el 4,8 % de los trabajadores. En la actualidad, un 35 %. 

El teletrabajo aporta grandes beneficios. En la SST, los principales son la reducción de accidentes al ir y volver del trabajo, la flexibilidad horaria, la mejora de la conciliación familiar-laboral, el aumento de la autonomía (organización de las tareas, horarios, etc.), el ahorro de tiempo en los desplazamientos y un mayor compromiso del trabajador.

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Aunque no todo son aspectos positivos. Su implementación requiere analizar los posibles efectos: estrés y tecnoestrés, fatiga informática, sedentarismo, factores ergonómicos, conexión permanente, aislamiento social… Los sistemas preventivos deben asegurar que se realiza sin daños a la salud mental y bienestar emocional de los trabajadores.

 

    Guías de buenas prácticas para tratar los riesgos psicosociales propios del teletrabajo:

Animamos a que te unas a la campaña de la OIT y a compartir las experiencias y lecciones aprendidas este último año. ¡Cuenta con nosotros para convertir las reflexiones en planes  para la mejora de la seguridad y salud en el trabajo!

X Panadès

 

Xavier Panadés Gella
Director Área Gestión y Hábitos Saludables
Prevención Asepeyo

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