Cáncer y trabajo, ¿cuál es su relación?
El cáncer profesional es una enfermedad crónica causada por la exposición a cancerígenos en el trabajo que puede aparecer varios años después del contacto inicial con ese cancerígeno.
Un cancerígeno es una sustancia o mezcla que causa o puede causar cáncer. Su aparición puede ser debida a uno o varios de los siguientes factores:
- Modo de vida (alimentación, tabaco, alcohol…).
- Factores ambientales (contaminación…).
- Factores familiares o genéticos.
- Factores laborales (físicos, químicos, biológicos…).
En los puestos de trabajo, la exposición a los agentes cancerígenos se puede producir:
- Por manipulación directa de sustancias o mezclas.
- Por generación en la propia tarea.
- Por exposición derivada del proceso productivo.
¿Qué son los agentes cancerígenos en la empresa?
Aunque los agentes cancerígenos más frecuentes en el medio laboral son sustancias químicas, como el benceno, los cromatos, el tricloroetileno, el polvo de madera y otros, también tienen efectos cancerígenos ciertos agentes físicos, como los rayos X o los rayos UV, y algunos agentes biológicos, como los virus de la hepatitis B y C.
Las sustancias pueden estar presentes en el trabajo tanto porque se usan como materia prima, como productos intermedios, subproductos o residuos que se generan o pueden generarse en el proceso laboral (trabajos de soldadura, humos diésel, polvo de madera, polvo de sílice, etc).
Es importante:
- Conocer los productos que utilices. La empresa debe disponer de un listado de productos presentes en cada lugar de trabajo, así como de una ficha de datos de seguridad de cada uno de ellos. En caso de duda, preguntar a tu responsable.
En tu trabajo, están más presentes de lo que te piensas
En el entorno laboral se han identificado los 8 compuestos con una mayor exposición entre los trabajadores susceptibles de provocar cáncer:
- Radiación ultravioleta (UV) solar. Es el agente cancerígeno al que están expuestos más trabajadores, principalmente de sectores como la construcción o la agricultura. En estos sectores, sus trabajadores se encuentran expuestos a los rayos solares a lo largo de su jornada laboral, mientras realizan su actividad al aire libre y, por tanto, tienen un mayor riesgo a desarrollar cáncer de piel.
- Trabajo a turnos. La segunda exposición a cancerígenos más frecuente es la turnicidad laboral, incluyendo el turno de noche, considerado como probable cancerígeno por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), sobre todo por su asociación con el cáncer de mama, que afecta a más del 7 % de la población trabajadora.
- Componentes de los humos de combustión de motores diésel (entre otros). La generación de humos y otros productos derivados de la combustión puede provocar compuestos susceptibles de causar cáncer, principalmente de pulmón. Por colectivos, los trabajadores más expuestos serían los trabajadores del transporte por carretera, del mantenimiento de vehículos y de algunas actividades de la construcción.
- Sílice cristalina. Componente natural que, además de encontrarse en las rocas y la arena, también se encuentra en materiales para la construcción, como el hormigón y el ladrillo. La exposición a partículas pequeñas de sílice que se encuentran en el aire, principalmente el polvo de cuarzo, se asocian al cáncer de pulmón.
- Radón. El radón es un gas radiactivo que se forma de manera natural en la desintegración de elementos radiactivos, como el uranio, que pueden estar presentes en algunos tipos de rocas, como el granito, y que se acumulan en espacios mal ventilados situados bajo tierra o cerca del suelo. Estos niveles suelen ser muy bajos en la mayoría de los casos, aunque la exposición a radón se asocia con el posible desarrollo de cáncer de pulmón.
- Hidrocarburos aromáticos policíclicos. Estos compuestos, en su mayoría disruptores endocrinos, se forman, principalmente, por la combustión incompleta de la materia orgánica y en diversos procesos industriales. Un ejemplo de este tipo de exposición lo encontramos en el consumo de tabaco, con el benzopireno, clasificado como cancerígeno por la IARC por su acción genotóxica.
- Benceno. Este compuesto tiene muchos usos en la industria (tratamiento de plásticos, resinas, gomas, etc), y también se encuentra de manera natural en la gasolina. Además, el benceno se ha asociado a algunos tipos de leucemia.
- Cromo VI y sus compuestos. Los compuestos de cromo hexavalente se usan, por ejemplo, como anticorrosivos, en el acabado de metales y en los procesos de fabricación de pigmentos y aluminio. También están presentes en los humos de soldadura de materiales de aluminio. Estos compuestos se han asociado al cáncer de pulmón y a algunos cánceres de cabeza y cuello.
Existen varias vías por las que los agentes cancerígenos pueden afectar a nuestro organismo:
- Por inhalación: respirar gases o vapores (humos diésel, vapores gasolina, etc.), polvo (como la sílice) y nieblas (ácidos fuertes como el sulfúrico, entre otros).
- Por ingestión: comer o beber en el lugar de trabajo donde las manos, la comida o los cubiertos han estado en contacto con cancerígenos.
- Por absorción a través de la piel: contacto con sustancias cancerígenas.
- Por exposición a radiaciones ionizantes naturales (luz solar) o artificiales (rayos X).
- Por objetos punzantes, agujas contaminadas, etc.
Protégete del cáncer en el trabajo
Algunos consejos:
- Comprueba que se limpien periódicamente las superficies de los lugares de trabajo.
- Revisa la etiqueta de los recipientes o envases que utilices para comprobar si contienen agentes cancerígenos.
- Elimina los residuos utilizando recipientes herméticos, etiquetados de forma clara y según la legislación vigente.
- Utiliza las protecciones colectivas y/o los equipos de protección individual, según los procedimientos de trabajo. Guárdalos según indicaciones del fabricante.
- Respeta las señales y normas de seguridad.
- Sigue los procedimientos de trabajo establecidos.
- Informa a tu superior inmediato si observas alguna anomalía en los sistemas, equipos de trabajo o productos utilizados.
- En caso de duda, consulta a tu responsable.
Sigue las indicaciones de higiene personal establecidas en la empresa y presta especial atención a:
- No comer ni beber en el lugar de trabajo, salvo zonas habilitadas para ello.
- No fumar en las instalaciones.
- Separar ropa de trabajo de la ropa de calle.
Recuerda seguir unos hábitos de vida saludable también fuera del trabajo:
- Evita el consumo de bebidas alcohólicas.
- Sigue una dieta equilibrada.
- Haz ejercicio de manera regular.
- Controla la exposición al sol.
- Protégete de la contaminación ambiental.