Imagina por un momento una superficie equivalente a 350.000 campos de fútbol. ¿Cuesta hacerse una idea, verdad? Ahora imagina poder utilizar toda esa superficie para construir una inmensa planta de energía solar para producir electricidad.
Pues bien, si atendemos a un informe elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad1, esa es la superficie útil disponible actualmente en los tejados de España para la instalación de paneles solares.
Este informe, además, predice que en 2025 podría estar finalizado el primer millón de tejados solares, lo que implicaría unas 17.603 hectáreas de superficie, es decir, unos 17.000 campos de fútbol. En el año 2030 se podría llegar incluso a triplicar esta cifra.
1 Observatorio de Sostenibilidad “1 MILLÓN DE TEJADOS SOLARES en 2025: Energía rentable y accesible para los ciudadanos”
Los drones y la prevención
Esta apuesta por el uso de energías renovables y el incremento de las instalaciones de energía solar, tanto domésticas como industriales, lleva aparejado un aumento del número de trabajadores expuestos a los riesgos laborales derivados de su instalación y mantenimiento.
En estos entornos podemos encontrar muchos elementos que condicionan la siniestralidad laboral: existencia de claraboyas y lucernarios en los tejados, tendidos eléctricos, zonas resbaladizas, presencia de animales, cubiertas construidas con materiales frágiles, existencia de huecos y aberturas sin protección, accesos deficientes o inexistentes, condiciones climáticas, etc.
Los tipos de accidentes graves o mortales que se pueden dar, de forma más evidente, por las características de la instalación, son las debidas a caídas a distinto nivel y por contacto eléctrico, pero también se han registrado casos de fallecimiento tras un golpe de calor.
Dónde y cómo usar el dron
Podemos imaginar todo el trabajo que conlleva la instalación de una planta solar, por ejemplo sobre el tejado de una vivienda, que a grandes rasgos son diseñar la instalación, el montaje de los componentes, el mantenimiento e inspecciones, y la conservación y limpieza.
Es, precisamente, en las fases de diseño de la instalación y en la de mantenimiento donde los drones se aplican principalmente.
Fase de diseño
El dron, al ir provisto de una cámara, nos permite llegar a lugares situados en altura o de difícil acceso, y recoger datos de una forma segura para los técnicos, permitiendo eludir los factores de accidente por caídas, choques, vuelcos o torcedura. El dron permite recopilar imágenes que nos aportan información detallada del estado del tejado o la estructura.
Fase de montaje
Durante la fase de montaje de la instalación, la información aportada por el dron durante la fase de diseño servirá para establecer las medidas preventivas oportunas, y disponer de los recursos necesarios, adaptados a la realidad de las condiciones del lugar donde se realizará el trabajo.
Fase de mantenimiento
Los drones nos facilitan la realización de inspecciones periódicas y la detección de averías en la instalación, mientras el técnico se sitúa a una distancia segura de la instalación.
Una de las aplicaciones de mayor interés es el uso de la termografía aérea. Al ir equipada la cámara del dron con un sensor térmico, permite realizar mediciones de la temperatura de los paneles a distancia. Mediante las inspecciones termográficas, podemos detectar diferencias de temperaturas que permiten detectar fallos, deterioros y anomalías en la instalación.
Drones en limpieza
Los paneles solares suelen limpiarse, al menos 1 vez al año, para evitar la pérdida de rendimiento de la instalación al acumularse suciedad en su superficie. La forma tradicional de llevar a cabo la limpieza de los paneles es mediante pértigas y lanzas de agua. En la actualidad existen opciones tecnológicas (tractores, robots) que predominan sobre los drones de limpieza, aunque los drones también se han adaptado a su uso en estas tareas.
Los drones nos ayudan a evitar accidentes
En definitiva, el dron es un medio de actuación preventiva que podemos usar en la mayor parte del proceso, y no ayuda a eliminar o controlar los riesgos laborales a los que se ven expuestos los trabajadores que intervienen en dichas instalaciones.
- Evitar accidentes mientras se ejecutan la tareas desde una distancia segura
- Eliminar riesgos generados por el desplazamiento de trabajadores
- Obtener datos de distintos sensores en poco tiempo mientras cubren grandes superficies
- Mejorar la formación teórico práctica incorporando recreaciones del entorno de trabajo.
Para más información:
- Guía de Buenas Prácticas “Drones previenen riesgos laborales en instalaciones de energía solar” del Portal de Prevención de Asepeyo
Fernando Javier Rodríguez Santos
Consultor en Prevención de Asepeyo