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La mascarilla, y la sensación de falta de oxígeno o disconfort

Las mascarillas son, ahora mismo, un elemento de protección básico aunque no siempre positivo debido a su escasez, el incumplimiento de la normativa, su posible reutilización y sistemas de desinfección, las discrepancias sobre su obligatoriedad y, últimamente, las dudas sobre los posibles efectos que pueden causar sobre los usuarios: ¿falta de oxígeno (hipoxia), disconfort…?

Desde el Centro de Innovación e Investigación de Asepeyo en Sant Cugat (Barcelona) se ha realizado un estudio sobre este último aspecto, que te presentamos a continuación:

Metodología del estudio

Se han planificado mediciones del % de oxígeno, del % de dióxido de carbono, de la humedad relativa y de la temperatura dentro del espacio que hay entre la mascarilla y la cara del usuario. Y, por otro lado, también, se ha medido la saturación de oxígeno del personal que se ha puesto las mascarilla.

¿Cuál ha sido el procedimiento seguido?

Se han probado distintos tipos de mascarillas, con válvula y sin válvula de exhalación, mascarillas autofiltrantes (FFP1, FFP2 y FFP3), que cumplen con la UNE-EN 149:2001 + A1 2009, con distintas formas y, otras, como la KN95, máscara con filtros, mascarillas quirúrgicas y mascarillas higiénicas.

Las mediciones se han realizado en cinco usuarios distintos (3 hombres y 2 mujeres), con caras de distinta tipología, en 3 días y dos laboratorios diferentes. Estas personas no tienen problemas respiratorios y su estado de salud es bueno, con parámetros normales, no afectados por patologías que pudieran afectar a los resultados.

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En todo momento se tomaron las medidas adecuadas para evitar posibles contagios por SARS-CoV-2: mantener distancia interpersonal en la medida de lo posible, uso de mascarillas quirúrgicas por el personal de apoyo, lavado de manos con gel hidroalcohólico y limpieza de superficies con solución de ácido láctico.

Se han usado distintos tubos de plástico (PVC y silicona) para realizar las mediciones, diferentes para cada usuario, no sólo para evitar contagios, sino también para ver si el tipo de tubo (diferentes materiales, longitud, etc.) puede influir en los resultados.

A cada una de las mascarillas se le acopla una sonda de muestreo metálica (puerto de muestreo), que permitirá obtener una muestra de aire del interior de la mascarilla mientras la lleva colocada la persona a la que se está haciendo la prueba.

Y el resultado ha sido…

La gran mayoría de mascarillas dan valores por debajo del 18 % de oxígeno (O2), con mínimos del 17,2 % y máximos del 19,7 %.

En cuanto a las mascarillas autofiltrantes con válvula de exhalación o sin válvula de exhalación (FFP1, FFP2, FFP3 y KN 95), las mediciones de O2 están entre el 17,2 % y el 18,2 %. No hay diferencias significativas entre las que llevan válvula y las que no.

La mascarilla 4277, tipo mosca, con filtro ABEKP2, que no es la típica autofiltrante, da un valor del 18,7%, más elevado que las demás. Igual ocurre con la máscara Scott con 2 filtros P3R (19,7%).

Incluso en los ensayos realizados con mascarillas quirúrgicas (18 %) e higiénicas (17,5 %) dan valores bajos de O2.

Teniendo en cuenta estos resultados, se puede concluir que no hay diferencias significativas en cuanto a las mediciones de O2 en las mascarillas autofiltrantes, si son FFP1, FFP2, FFP3, KN95, e incluso higiénicas y quirúrgicas. Tampoco influye ni la forma ni dónde se coloca la sonda de muestreo.

Respecto a los valores de dióxido de carbono (CO2), son bastante repetitivos, salvo algunas excepciones, dando valores superiores a 1.500 ppm, y en muchas ocasiones se saturaba el sensor con valores superiores a 6.000 ppm. 

En cuanto a la temperatura (T) y a la humedad relativa (Hr), en la mayoría de los casos hay aumentos de temperatura hasta los 30ºC y 100 % de humedad relativa al exhalar. Se consideran valores normales porque es el aire proveniente de nuestros pulmones y saturado con vapor de agua.

En la mascarilla higiénica los valores no han tenido gran variación por el tipo de tejido y su falta de ajuste. 

En todos los casos la saturación de oxígeno ha sido normal, superior al 95 %, por lo que no hay evidencias de hipoxia.

¿Cómo se explica, entonces, que con los resultados de las mediciones por debajo del 18% de oxígeno no se produzca hipoxia?

Las mediciones realizadas son, principalmente, del aire exhalado de un pequeño volumen que hay entre la mascarilla y la cara del usuario. Por otro lado indicábamos que en condiciones normales de respiración, el aire exhalado tiene ligeramente una mayor concentración de CO2 que de O2.

Además el vapor de agua y el CO2 exhalado actúan desplazando el oxígeno. Pero hay que recordar que las mascarillas autofiltrantes, por sus características, filtran partículas pero dejan pasar el O2 y CO2, ya que son gases, tanto hacia el exterior de la mascarilla como hacia el interior.

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La clave es que al inspirar, aparte de este pequeño volumen de aire que medimos entre la mascarilla y la cara, vamos a coger aire del exterior de la mascarilla, un promedio en total de 500 ml, por tanto el porcentaje de aire “viciado” que vamos a inspirar es despreciable respecto al total de cada inspiración. Y más si recordamos que una persona en reposo realiza 12 respiraciones por minuto; si en cada entrada y salida de aire moviliza 500 ml, en un minuto movilizará 6.000 ml, siendo el aire inspirado con poco oxígeno y mayor concentración de CO2 respecto al total, prácticamente despreciable, y ello se confirma con los datos de saturación de O2, siempre normales.

Y, por tanto…

Del análisis de los resultados de las diferentes mediciones realizadas (O2, CO2, T,  Hr y la saturación de O2 en sangre) y de las características de la respiración, ¿concluimos que se pueden producir casos de hipoxia, o más bien algún caso de disconfort?

Hay dos evidencias muy claras que descartan los casos de hipoxia

  • Los resultados de la saturación de oxígeno, que nos da un dato más exacto del estado de oxigenación que las mediciones ambientales del aire exhalado en el espacio pequeño entre la mascarilla y la cara.
  • Ni los trabajadores que usan habitualmente mascarillas FFP3, por ejemplo en trabajos con sílice cristalina, ni los sanitarios que durante esta pandemia han tenido que trabajar hasta 6 h o más, seguidas, con mascarillas, en ocasiones con mascarilla quirúrgica encima y con otros EPIs en condiciones de temperatura y humedad bastante penosas, no se han dado casos de hipoxia. 

En cuanto al disconfort, puede que hayas notado que te cuesta respirar a través de la mascarilla, sobre todo cuando se usan las mascarillas las autofiltrantes. Hay que tener en cuenta que deben estar ajustadas perfectamente y, hay que hacer un “esfuerzo” al respirar para hacer pasar el aire inhalado a través del filtro.

Señalar que estas mascarillas deben pasar unos ensayos según la Norma UNE-EN 149:2001, llamados ensayos de respirabilidad. También se hacen ensayos del contenido de CO2 en el aire de inhalación (espacio muerto). Con el cumplimiento de la Norma se garantizan unos mínimos en cuanto a la respirabilidad y concentración de CO2, que favorece nuestra comodidad en la respiración. 

Evidentemente las mascarillas autofiltrantes, por sus características y necesidad de ajuste, requieren un mayor “esfuerzo al respirar” que las mascarillas quirúrgicas e higiénicas, que también son sometidas a ensayos de respirabilidad, pero por sus características y, porque no ajustan tanto a la cara, tienen una menor resistencia al paso de los gases y el aire y, por tanto, son más cómodas. Por ello, se recomienda a la población en general, con el fin de no contagiar, el uso de mascarillas quirúrgicas e higiénicas, y no las autofiltrantes ni las KN95. 

Sin embargo, a algunas personas, la sensación de respirar a través de una barrera física, el calor producido por el aire espirado y la humedad, les puede causar disconfort, dolores de cabeza, cansancio, sensación leve de ahogo, etc., aunque, siempre como casos leves y nunca atribuibles a la falta de oxígeno. Por ello, se recomienda hacer pequeños descansos y quitárselas por unos instantes, cuando sea posible, siempre que no comprometa la distancia interpersonal, al aire libre, en lugares bien ventilados o en ausencia de otras personas.

Todas estas consideraciones tienen validez para la población sana, nunca para personas con problemas respiratorios, que estarían exentas de llevar mascarillas.

 

Santos Huertas
Director del Área de Higiene Industrial
Dirección de Prevención
https://www.linkedin.com/in/santoshuertasrios

 

Amplía este estudio en el artículo técnico ‘Más sobre mascarillas. ¿Pueden producir hipoxia o disconfort?’ (PDF)

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