El verano llega a su fin. Las vacaciones se acaban y es hora de dar la bienvenida a la realidad y retomar las rutinas. Pero, ¿y si le damos la vuelta?
Después de este pequeño “reset”, plantearnos nuevos retos nos ayudará a transformar ese estrés inicial de la vuelta en una gran oportunidad para enfocar nuestra salud y bienestar. Y, además, ¡para mantener nuestra motivación!
Venga, anímate con estos tips. ¡Empezamos!
En tu trabajo
- Encuentra tu motivación
Todas las actividades son útiles. Busca siempre los aspectos positivos. - Marca objetivos o metas alcanzables
Las tareas complejas puedes fragmentarlas y las más simples te ayudarán a aligerar la carga y a ver tu progreso - Pon en orden tu puesto de trabajo y tu mente
Planifica y prioriza tus actividades
- Cuida las relaciones con tus compañeros
Te ayudará a mantener un buen ambiente laboral - Mantén un equilibrio entre tu tiempo de trabajo y tu tiempo de ocio
Poner límites es importante para tu bienestar - Pide ayuda a tus compañeros cuando lo necesites
Recuerda que es un camino bidireccional, trabajar en equipo y formar parte de una red de ayuda te enriquece, mejora el sentido de pertenencia y potencia al grupo
En el día a día
- Ordena y comparte los recuerdos de las vacaciones
Compártelos con tus amistades o las personas que quieras. Revivir las experiencias agradables de estos días te mantendrá animado, activo y con una actitud entusiasta. - Ten una actitud positiva y constructiva
- Cuida tu sueño
Recuerda que es la forma que tu cuerpo tiene para recuperarse física, mental y emocionalmente. Te ayudará a estar en plena forma para afrontar tu día y tus retos. - Descansa y desconecta del trabajo
Dedica tiempo para ti y para las actividades que te gusta realizar - Incorpora hábitos de relajación en tu nueva rutina
Si todavía no lo practicas, ahora es un buen momento para incluirlos, como leer, escuchar música, practicar mindfulness, yoga o meditación
- Practica ejercicio físico moderado y de forma regular
Busca qué tipo es más acorde a tus gustos y necesidades. Mantén una vida activa para tu cuidado físico y mental.
Puedes hacer pequeños gestos para introducir la actividad física en tu día a día:
. Usa las escaleras
. En los desplazamientos aparcar más lejos, ir andando o en bicicleta
. Evita estar mucho tiempo sentado o sedentario, levántate y camina mientras hablas por teléfono, sal y haz un pequeño descanso, etc.
. Incluye actividades de ocio activo: pasear, bailar, etc.
. Intenta programar actividad física diaria - Aliméntate de forma saludable
Todos cometemos excesos en las vacaciones y nuestro cuerpo agradece volver poco a poco a la normalidad. Huye de las “dietas milagro”. Tu alimentación debe contener los nutrientes necesarios y de forma equilibrada. Te ayudará a sentirte con energía y bienestar y a cuidar tu salud:
. Sigue las recomendaciones de la “dieta mediterránea”, con evidencia científica sólida sobre sus beneficios.
Plantea una alimentación variada que incluya todos los grupos de alimentos
. Pon color en tus platos, los hará más apetecibles: consume verduras distintas y con cocinados sencillos
. Apuesta por alimentos naturales, de temporada, frescos y de proximidad, como las verduras, frutas, alimentos integrales, legumbres y proteínas saludables
. Reduce el contenido de grasas y evita los productos de bajo valor nutricional procesados, con exceso de aditivos, el alcohol y los azúcares refinados
. Hidrátate adecuadamente, el agua es la mejor opción
. Acostúmbrate a comer en platos pequeños, el efecto óptico es importante - Practica el autocuidado
Porque tú eres muy importante, por eso hazlo por ti y por los que quieres.
Bibliografía
Ministerio de Sanidad
Estilos de vida saludable
Hospital Sant Joan de Déu
Consejos de salud